YO, MACHO
Los furtivos se acercaron, de a tres. Uno identificó, el segundo separó, y el tercero recolectó.
Los furtivos se acercaron, de a tres. Uno identificó, el segundo separó, y el tercero recolectó.
Los furtivos se acercaron, de a tres. Uno identificó, el segundo separó, y el tercero recolectó.
Los furtivos se acercaron, de a tres. Uno identificó, el segundo separó, y el tercero recolectó.
Los furtivos se acercaron, de a tres. Uno identificó, el segundo separó, y el tercero recolectó.
Los furtivos se acercaron, de a tres. Uno identificó, el segundo separó, y el tercero recolectó.
Los furtivos se acercaron, de a tres. Uno identificó, el segundo separó, y el tercero recolectó.
Los furtivos se acercan, de a tres. El primero IDENTIFICA a uno de los residuos, que YO registré en mi memoria. El segundo lo corta en dos; deja una parte intacta, que será la semilla de la próxima recolección. Con la segunda parte del residuo, fabrica un artificio. Este artificio es el mismo residuo de antes, pero decorado. Tiene un envoltorio, que lo hace parecer hermoso, ideal. Un residuo vestido, decorado.
Llega entonces el tercero, y procede a la recolección. Lo hace de manera despiadada, desesperada, con urgencia. Tiene poco tiempo. No se puede tardar mucho en esta tarea, porque la maniobra sería vista por MI (tierra). Como todo sucede rápido, yo creo que todo esto es una actividad normal. Habitual. Siempre fue así.
Todo termina y el cansancio se siente, otra vez. Quedo con los mismos residuos de siempre, pero con la fantasía de que algún día, todo cambiará. Esta nueva basura decorada, me obnubila, me da esperanzas. Siento que es mi meta, luminosa. Mi tarea. El objeto de mi deseo. El deseo de mi objeto.
Me hago el tonto, bah.
Mi mujer, mi hembra... Me miento, le miento, se miente, me miente, pero seguimos juntos.
Recupero mis fuerzas, todo sigue. Tengo fe.
Los furtivos se acercan, de a tres. El primero IDENTIFICA a uno de los residuos, que YO registré en mi memoria. El segundo... etc.
Los furtivos se acercan, de a tres. El primero busca IDENTIFICAR, pero no encuentra residuo al que aferrarse. Se desconcierta. No tiene nada de dónde agarrarse.
Los tres se desconciertan, y se van. Yo me quedo lleno. Me he convertido en una especie de cazador. Atento, mirando hacia adelante, rastreo mi "mamut". Ya no es ese residuo decorado, ideal, fantasía diseñada por los furtivos... NO. Mi "mamut", ya no es pre-fabricado por otros cazadores, furtivos. Es un "mamut" real. De tan real que es, es abstracto. Mi "mamut" es lo que siempre soñé como real. Lo abstracto-concreto. Una libertad pragmática, factual. Un recorrido que no cesa. Deconstruir, higienizar, reir.
YO, HEMBRA
Estaciono. En el centro.
Vuelan alrededor, pero no les presto atención. Así como aparecen, desaparecen. Son tres. En un ciclo que no para, ellos dan vueltas y vueltas sobre las cabezas que no ven. A mi no me tocan. Sólo a ellos.
Estaciono. En el centro.
Vuelan alrededor, pero no les presto atención. Así como aparecen, desaparecen. Son tres. En un ciclo que no para, ellos dan vueltas y vueltas sobre las cabezas que no ven. A mi no me tocan. Sólo a ellos.
No me tocan pero colaboro. Ocasionalmente beso. DECORO con mi gusto personal, con mi ternura y mi dulzura deformada, ese residuo-artificio.
Algo adentro mío, muy profundo, muy adentro y muy abajo, me dice que no lo haga (la tierra). Pero YO colaboro. Así fui enseñada. Me gusta decorar. Como a los segundos. Ellos me entrenaron.
En el fondo no me gusta NADA todo este juego, que ellos no alcanzan a ver. Lo veo, me repugna, pero me da miedo revelarlo. Las noches de luna roja los veo MÁS. Volando. Recolectando. Esas noches podría decir TODO de manera rotunda. Pero si lo hago me siento fea. Bruja. La ley es la ley.
Entonces me transformo en una esponja a punto de reventar. Huelo mal. Bajo a lo profundo (más), y una sensación de impotencia pasiva se apodera de mi. La depresión es tan grande, que olvido todo. Me pierdo. Me duermo. No dejo de besar.
Los furtivos se acercaron, de a tres. Uno lo identificó, el segundo lo separó, y el tercero lo recolectó.
Vi todo el proceso. Pero no puedo hacer nada. Sólo sostenerlo. Dejar que pase. Ya pasará. No pasa nada. Todo estará bien mañana. Tengo fe y esperanza.
Huelo mal.
Los furtivos se acercaron, de a tres.
Uno lo identificó.
A la mierda. No colaboro más. Ni como doncella, ni como puta ni como madre.
El segundo vino directo hacia mi y me dijo: "Decóralo con tu promesa sexual." Le dije que no. Sencillamente, no. El tercero, el más paciente de los tres, también se acercó a mirarnos, a mi y a mi hombre, con ganas de recolectar pero sin saber qué ni cómo. Mi hombre estaba vacío. Pero no como otras veces (vacío de combustible blanco), sino vacío de residuos. O sea, lleno. Despertó de repente, como un cazador. Y recordó todo. Se puso de pie, relajado, y dijo "mi mamut".
Los furtivos se acercan, de a tres. El primero busca IDENTIFICAR, pero no encuentra residuo al que aferrarse. Se desconcierta.
Y así como vinieron, desaparecen sin dejar rastro.
Y abandonan la Tierra, tranformándose en alimento para amantes cazadores.
::::
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5 comentarios:
aveces creo q los residuos mutan de forma... parecen q no están, pero estan ahi con otro disfraz...
me gusta la parte en q no encuentra nada para identificar, será posible?
hola clau,
estoy seguro que importa más lo que es, que lo que "creés a veces".
ja ja !
como el eternauta
siii eso pensé mientras lo escribia ja
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