AIRE

La información vuela por el aire y se cuela en mi cerebro reptiliano. Rápidamente VEO y protejo mi espacio...

Unos segundos, sólo unos poquísimos segundos bastan para sentirme identificado con ese contenido (fragmento) que salió de la tele, o de la voz de una amiga. Durante esa identificación, un acontecimiento curioso tiene lugar. Una alianza, un vínculo se forma entre el emisor y el receptor. Ambos se funden en algo abstracto, invisible. YO me identifico y digo sí sí sí. Abro los ojos eufórico, no estoy sólo!!! Me enamoro. Me nutro de mi imagen proyectada ahí afuera, en la película de la vida.

Unos segundos, sólo unos segundos bastan para NEGAR otro contenido, otro fragmento, otra noticia, otra imagen, una opinión, un sustantivo. Durante esa negación, un acontecimiento curioso tiene lugar. Una batalla, una frontera se forma entre el emisor y el receptor: no me identifico, y digo NO. Me refuerzo en mi posición, frunzo el ceño: yo tengo razón. Absorbo energía de mi mismo, me siento grande. La imagen que tengo de mi, ha sido satisfecha.

Cualquiera de las dos posibilidades conforman un juego, un ciclo. El primer camino genera una energía y una seguridad endeble, que luego será consumida en la construcción de una pared, en una negación posterior. O puede ocurrir que esa energía crezca y crezca, con sucesivas identificaciones, hasta que al final yo no sepa quién soy, qué soy. Perderé mis límites... Y entonces surgirá la negación de todo contenido. El movimiento es inevitable.

La segunda posibilidad consume fuerza en la construcción una barrera fantasiosa, artística. A la larga la pared será destruida por los hechos. Crisis. O será matizada, decorada, por una identificación que podrá ocurrir luego (el movimiento es inevitable). Sonrisa. Y la energía que se obtiene de ese alianza, la identificación, una vez más, prepara el campo para la siguiente depredación (alimentación) emocional:

IDENTIFICACIÓN / NEGACIÓN / IDENTIFICACIÓN / NEGACIÓN
IDENTIFICACIÓN /IDENTIFICACIÓN / IDENTIFICACIÓN //// GRAN NEGACIÓN

Este movimiento bipolar, visto con ojo de águila, genera expansiones y contracciones espasmódicas, nerviosas :

ABRO LOS OJOS / FRUNZO EL CEÑO / ABRO LOS OJOS / FRUNZO EL CEÑO ...
ABRO LOS OJOS, ABRO ABRO ABRO ABRO /// NO QUIERO MIRAR


Y en ese movimiento me desgasto. Consumo mi animal. Me vuelvo humano, mamífero vestido, profesional, con dudas, problemas. Me convierto en alguien de izquierda. O de derecha. Y me lo creo, me identifico. "- La culpa la tienen los líderes del mundo, que no me dejan ser líder." ...................................................................................................................................................................................

Me voy a oler el bosque, a mirar insectos, a caminar con Tomás. Apago todos los "electro-emisores". Vacío el "coco", libero a mi reptil. No tengo memoria biográfica, solo registro cada roca, cada río; me pierdo en el bosque. Soy una lagartija que vibra bajo el sol, cada vibración cura mi columna; estoy vivo y tengo hambre. Soy un depredador feliz.






Fotografía: Proud Crow Warrior (Edward Curtis)